En nuestro país, cerca de 130.000 personas sufren un ictus cada año y un 85% se producen en personas mayores de 65 años. Las enfermedades cerebrovasculares son la principal causa de muerte entre la población, que se acentúan debido a unos malos hábitos de vida. El próximo 29 de octubre se celebra el Día Mundial del Ictus, momento para recordar que la prevención es clave para evitar este tipo de accidentes.
Un ictus o accidente cerebrovascular (ACV o ACVA), como también se le conoce, se produce por la rotura o un coágulo en un vaso sanguíneo que lleva sangre al cerebro. Cuando se produce este taponamiento, la sangre deja de fluir y el cerebro deja de recibir oxígeno, por lo que se produce un infarto cerebral, las células dejan de funcionar y mueren, quedando paralizado.
Asimismo, podemos distinguir dos tipos de ictus, hemorrágicos o isquémicos. Cuando hablamos de hemorragia cerebral nos referimos a una rotura arterial en la que la sangre llega al cerebro, produciendo un edema e impidiendo su funcionamiento. Sin embargo, un ictus isquémico, el cual se da en la mayoría de casos, se produce a partir de un trombo que interrumpe la circulación sanguínea en esa zona, por tanto, la falta de oxígeno produce la muerte de parte las células del cerebro donde se origina.
Signos de alerta de ictus en personas mayores
Un ataque de forma repentina es más probable en personas mayores. Reducir las secuelas o la mortalidad, depende de la detección temprana ante cualquier síntoma leve, por eso es necesario identificarlos a tiempo para poder actuar lo más rápidamente posible. Entre ellos podemos destacar:
Dificultad para hablar y confusión: puede ser que la aparición repentina de la pérdida parcial o total del habla y un estado de confusión en el adulto mayor se deban a ello. Dígale que repita una frase sencilla para ver si es capaz de hacerlo.
Problemas de visión: otro de los signos identificativos de estar sufriendo un ictus podría ser la pérdida de visión o visión doble.
Pérdida de fuerza: la persona mayor puede presentar debilidad en la cara y extremidades o en una parte de estas. Debemos comprobar la movilidad y la fuerza en ambas partes del cuerpo y de la cara.
Dolor de cabeza sin causa aparente.
Pérdida del equilibrio: sensación de vértigo, falta de equilibrio, problemas para empezar a andar…
Pérdida de sensibilidad: sensación de hormigueo en una parte del brazo, pierna o la cara.
Causas que pueden provocar un ictus
Una vida saludable puede prevenir y reducir un accidente cerebrovascular en un 80%. Es necesario mantener unos hábitos no perjudiciales para nuestra salud y que están relacionados directamente con este tipo de trastornos y otras enfermedades. Entre las causas más significativas que pueden provocar un ictus en personas mayores tenemos:
– Hipertensión: la hipertensión arterial es una de las enfermedades más frecuentes en las personas mayores. Con la edad, las paredes arteriales se endurecen y pierden elasticidad por lo que ofrecen mayor resistencia a la circulación de la sangre.
– Colesterol alto: supone un mayor riesgo de padecer un accidente cerebro vasculares y enfermedades arteriales coronarias.
– Sedentarismo: la falta de actividad y ejercicio físico también incide de forma negativa. Un estilo de vida sedentario conlleva a una peor salud en general.
– Consumo de alcohol: la ingesta excesiva de alcohol es un factor de riesgo importante al igual que el tabaco.
– Estrés: está comprobado que el ritmo de vida incide directamente en nuestra salud. El estado emocional es tan importante como nuestro estado físico, por lo que es importante cuidar la salud mental y las preocupaciones de nuestros seres queridos.