Evitar estafas a los mayores es algo por desgracia muy necesario en los tiempos que corren. La picaresca, la amoralidad y la falta de escrúpulos de numerosas personas que se han lanzado a la carrera de la delincuencia y a la práctica cotidiana de la estafa y del timo se ceban a menudo con las personas ancianas, en las que ven un blanco fácil por su tendencia al aislamiento social, sus problemas cognitivos en algunos casos, y también en otros muchos, su mayor ingenuidad o su necesidad de ayuda. Ello supone una amenaza delictiva que desdichadamente no es nada infrecuente, y que es imprescindible saber prevenir.
El cuidado de mayores es una de las problemáticas que cada vez preocupan a más gente. Cada vez son más las personas que acuden a empresas de cuidado de mayores a domicilio para que un profesional se encargue de proporcionar a nuestros mayores toda la seguridad tanto dentro como fuera de casa. Evitar fraudes a las personas mayores forma parte de estas tareas, pues los ancianos se ven muy afectados por la tendencia a la inseguridad que se va enseñoreando de las grandes ciudades.
Sin embargo, la seguridad total es imposible. Es obvio que no podemos estar con los mayores las 24 horas del día. La Guardia Civil ha emitido a este respecto una serie de consejos para que los ancianos eviten ser víctimas de estafas y favorecer la denuncia de cualquier acto delictivo. A continuación, detallamos toda una serie de medidas y consejos preventivos para favorecer la seguridad de los mayores en los distintos ámbitos de su vida.
Consejos para preservar la seguridad de los mayores
– En la vía pública: Evitar fraudes a las personas mayores es algo que, por supuesto, comienza en la calle misma. Procure caminar por la parte interior de la acera, colocando el bolso en el lado de la pared. Si alguien le da un tirón en el bolso, lo mejor será soltarlo, pues de lo contrario podría caerse y ser arrastrado.
Evite hacer ostentación de joyas u otros objetos de valor por las calles.
Proteja su bolso o cartera en las grandes aglomeraciones y no acepte ninguna propuesta de desconocidos.
No olvide nunca su documentación.
Al utilizar los cajeros automáticos, no lleve las claves anotadas en ninguna parte y evite sacar mucho dinero a la vez. Es preciso prestar mucha atención al lugar y a las calles para que nadie pueda cogernos por sorpresa mientras extraemos dinero, o (lo que es bastante común) alguien avizore nuestras claves mientras las tecleamos. Es fundamental que se mantenga una distancia suficiente con los viandantes y cualquier persona presente en la calle en ese momento.
Si le han robado las llaves de su casa, cambie cuanto antes la cerradura de la puerta.
Si le han quitado el teléfono móvil, notifíquelo urgentemente a su compañía telefónica con el fin de evitar que terceros usen su línea telefónica. Podría llevarse un susto en su próxima factura.
– En casa: No abra la puerta de su casa a personas desconocidas y no se fíe jamás en alguien que llama a su puerta ofreciéndole cualquier cosa, por mucho que le diga que represente a un organismo público. Por supuesto, jamás deje que entre en casa los individuos que vayan a su casa a solicitar firmas o a realizar encuestas. A veces, no se trata de intentos de asalto o de robo en el domicilio, sino de tentativas de espiar quién vive en el inmueble y las condiciones de acceso de este para facilitar un posterior robo. Es por ello que hemos de evitar que la persona acceda a la casa o incluso que pueda observar con cierto detenimiento y detalle el interior.
Cuando reciba llamadas telefónicas, nunca facilite sus datos personales o bancarios. En ocasiones, para engañar al anciano, pueden argumentar que ha resultado ganador de un premio o sorteo. Este es un truco muy habitual, pero bajo ningún concepto han de facilitarse tales datos: ni número de la cuenta bancaria, ni del Documento Nacional de Identidad, ni de afiliación de la Seguridad Social, etc.
No marque números de teléfono de tarificación especial (905, 803, 806), ya que la llamada tendrá un coste muy elevado, ni llame a números de teléfono que desconoce, de los que reciba mensajes, ya que podrían darle de alta en servicios que no desea. Es muy aconsejable consultar en Internet el número de teléfono que acaba de llamarnos si lo desconocemos, ya que hay varias páginas dedicadas a la denuncia de estafas telefónicas y de llamadas de acoso o de spam o publicidad engañosa o no deseada. Esta es una forma muy recomendable de evitar estafas a los mayores por tales vías.
– El abrazo cariñoso: Los delincuentes actúan desde el interior de su coche, preguntando a la víctima por algún lugar y abrazando a la víctima agradeciendo su amabilidad a la vez que le sustraen los objetos de valor y los cambian por otros que no lo tienen.
Para evitarlo no haga ostentación de joyas u otros objetos de valor. Cuando un vehículo detenga su marcha muy próxima hay que tratar de distanciarse del mismo.
– Estafas de servicios básicos (electricidad, gas): En la mayoría de los casos los estafadores son supuestos operarios que trabajan para empresas legales que dicen trabajar como subcontratadas de las grandes empresas distribuidoras de electricidad y gas. Aparecen en el domicilio de la víctima para realizar distintas tareas, como la sustitución del contador, la revisión del gas o la sustitución de la goma de butano y/o los reguladores, alegando que es obligatorio, procediendo a cobrar por este trabajo precios excesivos o ilícitos.
En este caso debemos saber que son las empresas suministradoras las que nos avisarán telefónicamente o mediante carta de la sustitución de los elementos o la realización de las revisiones, siendo el cobro de los trabajos repercutidos en la factura.
Evitar las estafas a mayores está en nuestras manos y debemos actuar y también aconsejar a los mayores para que no se vean presa de estos timos.
– Móvil y nuevas tecnologías: Internet y los servicios de mensajería y aplicaciones móviles, han traído también la proliferación de ciberdelincuentes que lo único que buscan es lucrarse utilizando diversos métodos. Es lo que se conoce como phising o suplantación de identidad. Las personas mayores son uno de los colectivos más vulnerables, ya que son el grupo menos familiarizado con las nuevas tecnologías. Las videollamadas, whatssap… son nuevos medios de contacto para nuestros mayores y ahí es donde acechan este tipo de estafadores.
Lo aconsejables es no aceptar ningún correo sospechoso, ni introducir claves o número de cuenta si lo piden. Lo importante es ayudarles a identificar riesgos en este tipo de operaciones para que no cometan ciertos errores.
Ejemplos como mensajes y correos electrónicos sospechosos en los que anuncian que hemos ganado un premio de un concurso (en el que no se tiene constancia de haber participado) también son una forma de estafa. Si accedemos al enlace y el adulto mayor facilita sus datos, puede ser que sea blanco de robo de información.
– Estafa del abuelo: es un medio de engaño que apela a los sentimientos. En este caso, los estafadores se hacen pasar por nietos que están en problemas y llaman o envían mensajes de whatssap a sus abuelos pidiendo que les envíen dinero rápidamente. Ya sea para una urgencia, el pago de una factura en el extranjero, el caso es que son verdaderos especialistas en conseguir este tipo de acciones, así que mucho ojo.
Lo que se debe tener en cuenta en estos casos es verificar la identidad de esa persona al instante y no acceder a enviar dinero de ninguna forma. El abuelo/a engañado, debe mantenerse firme y contrastar la información antes de realizar alguna acción de enviar dinero.