Evitar caídas en ancianos tiene mucha importancia ya que es el principal accidente que se padece en la tercera edad, y además llevan asociado un índice de mortandad nada desdeñable. Además, las caídas son mucho más frecuentes en la tercera edad y tiene mucha peligrosidad para la salud y la integridad física del anciano. Es normal pensar que nuestro hogar es nuestra zona de confort y que no podemos estar más seguros en otra parte que en él. Sin embargo, el 92% de los accidentes de las personas mayores de 65 ocurren en su propia casa. Un mueble caído, una alfombra deslizante o un suelo húmedo pueden ocasionar una mala caída que pueda derivar en problemas más graves.
De hecho, las lesiones sufridas por este tipo de caídas pueden provocar una disminución de la movilidad que, con el tiempo, pueden causar muerte prematura en nuestros ancianos. Lo peor de todo es que estos accidentes suelen estar ocasionados con actividades domésticas tan simples como aseo persona, limpieza o preparación de comidas.
Nuestros profesionales de ayuda a domicilio se encargan, entre otras cosas, de evitar estas situaciones. La prevención es la mejor manera de evitar lesiones y la mayoría de los accidentes que suceden son completamente evitables.
Evitar las caídas en personas mayores: información y consejos
Las caídas en ancianos se producen o pueden producirse con mucha mayor frecuencia en la tercera edad que en etapas anteriores de la vida, por una serie de razones que es preciso tengamos en cuenta para saber prevenir estos accidentes:
- Con los cambios físicos y fisiológicos que se producen al llegar a edades avanzadas, los reflejos se alteran y tienden a disminuir.
- El equilibrio, situado en el oído interno, sufre también un deterioro y disminución a medida que envejecemos, lo cual también tiene una importancia decisiva en el mayor índice de caídas en personas ancianas. Evitar caídas en ancianos puede implicar también la necesidad de emplear un bastón con antideslizante de goma en la contera, o, en casos más graves, un andador.
- El deterioro de la vista y el oído que se produce con la mucha edad es otra causa de las caídas. Además, hemos de tener presente que el ser humano tiene mucha más visión periférica a los lados y hacia arriba que hacia abajo, por lo que es relativamente fácil tropezar si no vamos suficientemente atentos, cuánto más si además tenemos problemas de vista y oído y peores reflejos.
- A veces, los mareos, la hipertensión, o efectos secundarios originados por la polimedicación que algunos ancianos deben tomar para sus varios problemas de salud, afectan también al equilibrio y pueden llegar a provocar caídas. En estos mareos también puede desempeñar algún papel la mala nutrición y la insuficiencia de proteínas y calorías, que en edades avanzadas deben ser mayores por los cambios del metabolismo basal.
Algunos de los consejos que hemos de tener en cuenta para hacer la vida más fácil a una persona con dependencia son:
- Evita que haya cables por el suelo. Podrían tropezarse y caerse.
- Vigila la fecha de caducidad de los medicamentos y déjalos en un sitio en que puedan verlos. Con un bolígrafo escríbeles en grande en los envases las horas de tomas.
- Mantén los productos de limpieza en lugar seguro.
- Intenta favorecer la correcta ventilación de las estancias donde haya aparatos de gas.
- Déjale tuppers con las comidas preparadas para evitar que tengan que ponerse a cocinar.
¿Qué consejos seguir para prevenir caídas en personas mayores?
Hay también que tener en cuenta una serie de consejos para evitar las caídas en las personas mayores:
- Realizar un buen seguimiento del estado de salud y del control de la medicación del paciente. Además, hay que tener cuidado con la polimedicación, tan habitual en la tercera edad, pero que asimismo puede generar efectos secundarios que afecten al sentido del equilibrio del paciente. Por este motivo, cuando la persona mayor esté polimedicada, es fundamental que consulte sobre ello a su médico de cabecera, y así de este modo tome las precauciones adecuadas.
- Primordial tener una buena iluminación, que la casa este bien iluminada, incluyendo luces nocturnas en el pasillo, hall o dormitorios. Así como que los interruptores sean accesibles, cerca de la cama o de las puertas.
- Instalación de barras de sujeción en el baño que ayuden a incorporarse, incluyendo sillas o asientos en la ducha y que el suelo esté completamente seco.
- Las cosas de la casa que no estén colocadas ni demasiado altas ni demasiado bajas, en una estatura media que evite el uso de escaleras.
- Evitar zapatos de suela antideslizante y de tacón bajo, así como rechazar el uso de chanclas o sandalias que promueven los tropiezos.
- Dotar a los pasillos de pasamanos o barandillas al menos a un lado, lo que facilitara la estabilidad.
- Además, usar bastón o andador, si es necesario, para aumentar su base de apoyo.
- Antes de levantarse bruscamente de la cama o el sillón, esperar unos minutos en el borde antes de ponerse en pie.
- Evitar suelos irregulares, deslizantes o desperfectos.
- Y por último, evaluar la utilización de dispositivos tanto visuales como auditivos (gafas o audífonos)
Adaptar la casa para una persona mayor
Como hemos comentado anteriormente, casi el 100% de las caídas que se producen en ancianos tienen lugar en el ámbito del hogar. Por eso es necesario adoptar una serie de modificaciones y cuidados en el propio domicilio del adulto mayor o, incluso, en aquel en el que pase largas temporadas para evitar sufrir algún percance de importancia.
Lo primero que debemos valorar es que los espacios deben ser lo más amplios posible, pues la falta de movilidad llegados a la vejez, hacen que se muevan peor y con mayor dificultad. Cuanto más espacio podamos asignar a las estancias de la casa y las hagamos más accesibles, mucho mejor.
El dormitorio será una de las habitaciones a las que debemos prestar mayor atención, ya que será donde la persona mayor pase más tiempo. Una cama adaptada a su situación personal, un interruptor cerca del cabecero, espacio entre los distintos muebles… Todo ello dará seguridad a la hora de poder movilizarlo e incluso acceder en silla de ruedas o con muletas.
El baño debemos adecuarlo a las necesidades personales del anciano. Lo más cómodo e importante es sustituir la bañera por un plato de ducha al que será más fácil acceder tanto si es por sus propios medios como si debe hacerlo con apoyo. A su vez, instalaremos agarres en la pared para evitar resbalones y alfombra u otro tipo de material en el suelo para evitar esto mismo. El lavabo y váter debe contar con una altura adecuada para permitir un fácil acceso.
En la cocina, tenemos que tener en cuenta que los taburetes y sillas son un peligro con el que pueden tropezar los ancianos. Además, los utensilios y aquellos objetos que puedan ocasionar daños, deben retirarse. Proteger las esquinas de los muebles para evitar golpearse.
Evitar las caídas en ancianos evita las nefastas secuelas y es lo más recomendable para que el anciano pueda seguir una vida sana y libre de temores, traumas y complicaciones de salud.